lunes, marzo 07, 2005

¿Que si me duele?

“La vida no es más que un montón de situaciones, personas que aparecen y desaparecen; unas duran más que otras, pero siempre es igual, simplemente después de un tiempo se van de tu lado.

Una de esas fuiste tú. Al conocerte creí que estarías junto a mi mucho tiempo. . . . . .
Pasamos momentos muy felices, no lo niego, pero también me hiciste sentir desdichado con tu partida. Tu presencia en mi vida marcó una línea difícil de borrar.

Hoy no hago más que extrañarte, mi vida se me pasa pensando en el tiempo que pasamos juntos, y en lo dichoso que me sentí en esos días. La verdad es que nunca te valore tanto como ahora que no estas conmigo.

Si me vieras ahora te darías cuenta de que soy una mejor persona que cuando te fuiste, te darías cuenta de que he madurado y hasta he pensado en formalizar con alguien. . . . . . . pero no estás más aquí. Tantas veces me pediste que cambiara y solo lo pude hacer cuando ya no estás aquí para notarlo.

Es difícil entender como mi vida sigue girando en torno a ti aunque ya no estas a mi lado. En las mañanas que me visto, lo hago pensando en si te gustará como estoy vestido; me pongo el perfume que tanto te gustaba que usara, uso el reloj que me regalaste en aquel aniversario y hasta peino mi cabello como a ti te gustaba. Así como de mi mente sigues siendo la duela de mi corazón.

Otras mujeres han querido entrar en mi vida, pero al compararlas contigo siempre quedan mal ante mí. Creo que te has convertido en alguien insustituible, en alguien a quien no pretendo olvidar.
El tiempo ha pasado desde la última vez que nos vimos, creo que te sorprenderías de verme, aunque tal vez mas sorprendido estaría yo de verte a ti. ¿Te sigo amando? Si. ¿Por qué lo acepto? Porque es difícil ocultar la alegría de haberte conocido. . . . . . . . .aunque de la misma forma es difícil soportar la amargura de extrañarte cada vez más. . . . . . ¿Qué si me duele? Mucho, pero no tanto como duele el saber que yo fui el culpable de tu partida.

He cambiado, ya no soy el de antes, sin embargo es lo menos que podía hacer. Se que no volverás y no me importa, pues he decidido esperarte aunque en esa espera se me vaya la vida. . . . . . . . .la vida que nada vale si no estas conmigo para vivirla.”