viernes, abril 01, 2005

Sin ti. . . . . (En nuestro aniversario)

La calle lucía triste, las últimas hojas habían caído de los árboles, las nubes oscurecían el atardecer de ese día, y el viento que soplaba se manifestaba frío y con ese olor característico que precede a la lluvia.

La tarde me sorprendió sin haber encendido alguna luz, así que la casa (no le llamo hogar desde que te fuiste) estaba medio oscura. La ventana del balcón era la única que estaba abierta, y era precisamente la que me permitía continuar con mi lectura. Estaba leyendo una de tus cartas, no de las que te escribí (esas también me las dejaste como si no quisieras llevarte ningún recuerdo mío) sino de las que alguna vez tu me escribiste.

Sería en vano recordarte todo lo que me escribías, pero si quiero mencionar que pude darme cuenta de una cosa: Hubo un tiempo en que nos amamos apasionadamente, un tiempo en el que tú suspirabas por mi y yo lo hacía por ti, un tiempo en que compartimos cama, casa y hasta sueños. . . . .un tiempo que quedó atrás.

Me levanto, enciendo la luz, y al hacerlo me doy cuenta de lo vacía que luce la casa sin ti . . .un vacío que solamente se puede comparar con el que has dejado en mi corazón.

Tomo una pluma y papel, y, poniendo tu nombre como dedicándote el resto, me dispongo a escribirte una vez más una de esas cartas que nunca llegarás a leer. Quiero decirte lo mucho que te extraño, lo mucho que he pensado sobre lo que nos pasó y sobre todo lo tanto que he cambiado, que ahora soy capaz de merecerte e incluso de darte lo que nunca antes pude darte. . . . . . . . . . . No pude; termine envuelto en un montón de palabras y frases gastadas, me enredaron los pensamientos sin forma y los romanticismos excesivos (he visto mucha televisión supongo).

De pronto una idea, un pensamiento, un comienzo para la carta. Tomo de nuevo la pluma y vierto mi mente sobre el papel en blanco que apaciblemente se presta a retener mis ideas. . . . . me detengo, regreso al inicio y quiero leerlo: ¡basura!, no es más que palabras sin sentimiento que no dicen nada. . . . siempre se me quedan cosas en el tintero y esta ocasión no había sido la excepción.

Quiero decirte que te quiero, que te amo, que no he aprendido a vivir sin ti. Quiero que sepas que desde que te fuiste has dejado en mi un hueco tan doloroso que difícilmente podré tapar un día. Quiero que te enteres que tu sonrisa es la más bella expresión de ternura que jamás he conocido, que tus labios son un portal al paraíso que se manifiesta al besarlos, que tus manos son tan tersas que convertían tus caricias en celestiales muestras de amor y sobre todo que tus besos siempre fueron la forma mas sublime que tuvo tu boca de decir ‘te quiero’.

Siempre me hiciste sentir todo esto, siempre. Mi corazón siempre latió al ritmo del tuyo, mis manos siempre encontraron en tu cadera el lugar más perfecto para posarse, mis labios siempre coincidieron con los tuyos a la perfección. . . . . .siempre te amé con el fervor con el que hoy te estoy amando.

No estás conmigo, pero el recuerdo que aquellos días me ha hecho maquilar una cantidad enorme de recuerdos inexistentes, ilusiones falsas sobre el ayer que de ser reales harían que hoy seguramente estuvieras aún aquí conmigo.

Solo son sueños. . . . .no acostumbro dedicarte tanto tiempo (me hace daño recordarte), pero hoy es un día especial. . . . . hoy si lo recordé, hoy si lo esperé durante varios días como tu solías hacerlo. . . . . . . hoy era nuestro aniversario

Feliz aniversario mi amor. . . . . . . . . . . . . Donde sea que te encuentres.



A ti, porque siempre ha sido así.

Se que lo leerás, pero nunca lo sospecharás.