martes, abril 05, 2005

Un sueño. . . . . .

"La noche es fría. . . . . . . . . el viento que se escurre por rincones reconditos provoca un leve sumbido agudo que llegaría a inquietar en otra situación; hoy solo lo he notado, más no ha causado ningún efecto en mi.

La luna hoy no se ha querido asomar, lo que ha provocado que la oscuridad de la noche se torne aún más densa. Por las ventanas he podido observar las ramas de los árboles meneándose con singular ritmo, en realidad son solo sombras de las ramas pues la oscuridad no me permite distinguir con seguridad.

Apunto está de acabarse mi cigarro, me dispongo a apagarlo ayudándome con el cenicero de la mesa, y al hacerlo me doy cuenta de que esta lleno. . . . creo que por hoy he fumado suficiente.

Me voy de regreso a la cama pensando en conciliar ahora si un sueño reparador, tratando de no tomar en cuenta los motivos que me hicieron levantarme a la mitad de la noche. Me retiro el calzado y de nuevo me dejo caer en el colchón que tantas veces nos albergó a los 2.
Al colocarme las sabanas sobre el cuerpo vuelve a mi mente la sensación que interrumpió mi letargo minutos antes: me siento solo.

Me giro para ver hacia la que fue tu almohada y comienzo a imaginar que estás aquí junto a mi, que me acaricias con tus delicadas manos y que mueves tu cadenciosa figura tratando de unirla a la mía para mitigar el frío que en esta noche se ha dejado sentir.
Imagino que te abrazo, que tu correspondes también, que tu cabeza acomodas entre mi hombro y mi cuello y que puedo sentir tu respiración en mi piel, que tus manos recorren mi espalda y que las mías tratan de apretarte para que ya no escapes de mi vida.
Luego te quedas dormida, y yo no quiero dormir. . . quiero observarte asi, con tus ojitos cerrados, con tus labios entreabiertos y con tu cabello asomandose en tu rostro, como queriendo ser tomado en cuenta por mi vista que admira tus angelicales facciones. . . . . . te ves tan hermosa dormida, luces como una pequeña niña sin preocupaciones, sin miedos sin nada que la preocupe. . . .simplemente luces radiante.

Mi fascinación es tanta que el desgaste de mi sentir me incita a besar tu frente, lo hago sin titubear, y al hacerlo agradezco a Dios por este maravilloso momento; el momento en el que duermes entre mis brazos.

El cansancio me esta venciendo, quisiera seguir admirándote amor mío pero mis parpados pesan tanto como el plomo y ya no puedo tener los ojos abiertos. . . . . . . . . es tiempo de dormir . . . . . .

Al amanecer te busque con la vista y no te encontré. . . . . . .entonces me di cuenta: todo había sido un sueño, el más hermoso que jamás había tenido, pero solo eso, un sueño.

Me paso la mano por el rostro solo para darme cuenta de que unas lagrimas han escapado de la prisión de mis ojos, son de trsiteza. . . . . .porque te extraño.

Sigues en mi mente y en mis sueños, y aunque estés lejos siempre te he de recordar. La noche de anoche fue el ejemplo de ello. . . . . .

Quizá estuviste fisicamente con alguien más. . . . . pero se que tu alma estuvo a mi lado. "

A ti, porque siempre ha sido así

Se que lo leerás, pero nunca lo sospecharás